Ninguno de nosotros habíamos conocido nada igual, ni parecido, son muchos días seguidos confinados, y preocupados, por el presente y por lo que vendrá. Cada uno de nosotros lo somos y con nuestras peculiares circunstancias, algunos autónomos o empresarios que han tenido que cerrar todo este tiempo, otros trabajadores afectados por ERTES y otros directamente por el COVID 19, en sus propias carnes o las de familiares y/o amigos.
Mucho tiempo para pensar, para meditar y reflexionar sobre cómo eran nuestras vidas, cómo son y cómo serán. Tiempo para darle valor a lo que tenemos en nuestro día a día, para valorar a nuestros familiares, amigos, compañeros, para darnos cuenta también de qué esencial, qué es accesorio y qué no nos importa nada en realidad.
Estos días nos están sirviendo a algunos para mirar hacia atrás y ver dónde nos hemos equivocado y dónde hemos acertado, para pensar en qué vamos a cambiar en adelante. Hemos convertido nuestras casas en gimnasio, colegio, oficina, panadería, restaurante, cine, discoteca y muchas otras cosas. Hemos vuelto a recobrar el hábito de leer los que lo teníamos un poco abandonado, o hemos hecho maratones de series. Estamos conociendo facetas de nuestros hijos que tal vez no conocíamos, o de nuestras parejas, o hemos disfrutado de nuestra soledad, pero también nos estamos dando cuenta de a quien echamos de menos y a quien no, de las ganas que tenemos de poder abrazar a nuestros mayores, de volver a pasar esos ratos agradables en las terrazas con amigos, o poder disfrutar de los paseos, de los viajes, de los conciertos y nosotros hasta de echar menos a los jueces, compañeros, de las visitas a los juzgados y sobre todo de ver a nuestros clientes y poder darles un abrazo también, poder seguir ayudándoles a hacer que su vida sea mejor.
Todo esto nos cambiará, espero que sí y que sea para mejor, a unos más que a otros, pero cuando todo esto acabe y enfrentemos cuestas arriba y cuestas abajo, obstáculos y premios, creemos que todos valoraremos más lo que tenemos, trabajaremos mejor porque cada día valga la pena, por nosotros y por una sociedad mejor, más respetuosa con el planeta y con los demás, más preparada para nuevos combates y más fuerte. No será fácil y es tarea de todos, absolutamente de todos, pues en esto absolutamente todos somos importantes y la irresponsabilidad de unos pocos pueden suponer el fracaso del trabajo de todos. Desde nuestro despacho tenemos muy claro que vamos a poner nuestro grano de arena y que estamos deseando, con más ganas que nunca, de poder seguir ayudando a nuestros clientes a conseguir sus objetivos y, cuando esto acabe, lo vamos a conseguir.